La mantarraya o manta gigante (Manta birostris) es una especie de elasmobranquio del orden rabiformes. A diferencia de otras especies del orden, la mantarraya carece de aguijón venenoso en la cola.
Es la más grande de las rayas y puede llegar a medir 8,4 metros de envergadura y pesar alrededor de 1.400 kilogramos.
Al igual que los tiburones o delfines, realizan saltos fuera del agua. Se han observado tres tipos de saltos: salto hacia delante cayendo de cabeza, salto hacia delante cayendo con la cola y voltereta. Las razones por las que hacen esto podrían ser: como método de huida ante sus predadores, para quitarse ellas mismas los parácitos, para comunicarse con otras rayas (el ruido provocado al chocar contra la superficie del agua se puede oír y ver desde varios kilómetros de distancia). Los machos podrían hacerlo también como parte del cortejo, para demostrar su fortaleza o quizás sea simplemente una forma de juego.
Existen leyendas de pescadores que han sido rescatados por mantas, pero no hay registros de que esto sea cierto. De hecho, existe un debate abierto acerca de si es apropiado o no agarrarse a ellas para ser arrastrados bajo el agua ya que esto puede dañar su capa mucosa que la protege de infecciones, además de que es imprevisible la reacción del animal al contacto con el hombre. Por otro lado, algunos ejemplares se han acostumbrado a la presencia del hombre facilitando así su estudio y preservación en el medio ambiente.
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